5 HECHOS FáCIL SOBRE DEVOCIóN ADMIRABLE DE LOS 7 DOLORES QUE MARíA SANTíSIMA SINTIó EN LA VIDA Y MUERTE DE SU AMADíSIMO HIJO DESCRITOS

5 Hechos Fácil Sobre Devoción admirable de Los 7 Dolores que María Santísima Sintió en la Vida y Muerte de su Amadísimo Hijo Descritos

5 Hechos Fácil Sobre Devoción admirable de Los 7 Dolores que María Santísima Sintió en la Vida y Muerte de su Amadísimo Hijo Descritos

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¡Purísima Virgen y angustiada Raíz! Asombrado y condolido os contemplo al pie de la cruz en donde expiró para darme vida Nazareno mi adorable redentor, bebiendo toda la amargura de su cruenta inmolación.

2 Lágrimas de temor por los propios pecados. Son las de los que se levantan del pecado por temor al castigo: el temor les hace sentir. Su motivación no es perfecta, pues no hay necesariamente arrepentimiento.

Virgen María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al ver a tu Hijo cargado con la cruz, como cargado con nuestras culpas, llevando el herramienta de su propio suplicio de muerte; Él, que Cuadro creador de la vida, aceptó por nosotros sufrir este desprecio tan sobresaliente de ser condenado a muerte y precisamente muerte de cruz, posteriormente de ocurrir sido azotado como si fuera un malhechor y, siendo efectivo Rey de reyes, coronado de espinas; ni la mejor corona del mundo hubiera sido suficiente para honrarle y ceñírsela en su frente; en cambio, le dieron lo peor del mundo clavándole las espinas en la frente y, aunque le ocasionarían un gran dolor físico, aún veterano sería el dolor espiritual por ser una desprecio y una humillación tan grande; sufrió y se humilló hasta lo indecible, para levantarnos a nosotros del pecado; te acompañamos en este dolor .

“Los defenderé en sus batallas espirituales contra el enemigo infernal y las protegeré cada instante de sus vidas.”

Cuantas son vuestras miradas, tantas son las espadas que traspasan vuestro cándido y enamorado corazón; cuantas llagas veis en el cuerpo de vuestro Hijo, tantas heridas se imprimen en vuestra alma; cuantas espinas traspasan las sienes de Jesús, tantas son las saetas que hieren vuestro tierno pecho; y clavada os antesalaáis con Jesús, Él en el cuerpo, y Vos en el alma.

Meditar los siete Dolores de Nuestra Madre Santísima es una guisa de compartir los sufrimientos más hondos de la vida de María en la tierra.

En el siglo XII los religiosos servitas celebraban la memoria de María bajo la Cruz con oficio y Ceremonia especial. Más adelante, por el siglo XVII se celebraba el domingo tercero de septiembre.

Que incluyen los de su Raíz. Sobre ellos y la devoción a los Siete Dolores acaba de presentarse una obra bellísimamente ilustrada que ha traducido el sacerdote y teólogo Pablo Cervera, quien explicó a 

"Miro a todos los que viven en el mundo para ver si hay quien se compadezca de Mí y medite mi dolor, mas hallo poquísimos que piensen en mi tribulación y padecimientos.

Sus miembros llevan una intensa vida de oración individual y comunitaria y en ella se forman sus jóvenes aspirantes.

Considera, alma piadosa, la dolorosa impresión que causaría en el tierno corazón de María al llegar devocion admirable de los 7 dolores de maria santisima a sus oídos el terrible edicto infanticida fulminado por el sanguinario cruel Herodes para arruinar con la vida de su recién nacido hijo Jesús, de cuya aparición sobre la tierra recelaba el tirano su destronamiento y ruina, y la excelso inquietud que había de angustiar el alma de la santísima Inmaculado en el peligroso tránsito por el desierto, camino designado por la divina Providencia para refugio y hospicio del perseguido infante Jesús.

abril 11, 2024 por Laura La correcta pronunciación de palabras en castellano es esencial para comunicarse de manera efectiva y transmitir confianza. Una de las dificultades más comunes para los hablantes no nativos es la pronunciación de la giro «g» seguida de la vocal «u».

Tomo la resolución de nunca abandonar tu servicio y de despabilarse con todas mis fuerzas, la honra y la edén que te son debidas.

De este modosteme en todas mis acciones, sobre todo en la hora del sufrimiento y en la hora de mi muerte, a fi n de que, viviendo en la constante fi delidad a tu servicio, pueda merecer por la imitación de tus virtudes, participar eternamente de tu satisfacción y de tu cielo en el cielo a posteriori de haberme unido a tus dolores en esta tierra. Campeóní sea.

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